En un esfuerzo por actualizar y fortalecer el marco legal que regula los juegos de azar en el país, legisladores mexicanos y autoridades gubernamentales están trabajando en una nueva ley que sustituya a la actual Ley Federal de Juegos y Sorteos, vigente desde 1947. Esta iniciativa busca responder a los cambios tecnológicos, económicos y sociales que han transformado radicalmente la industria en las últimas décadas.
La actual legislación ha sido ampliamente superada por la realidad del mercado, que ahora incluye casas de apuestas en línea, juegos móviles y un entorno digital que carece de una regulación eficaz y moderna. Ante este escenario, representantes del Congreso y de organismos reguladores como la Secretaría de Gobernación han sostenido reuniones con expertos y operadores del sector para construir una propuesta legal más sólida, justa y acorde con las tendencias internacionales.
Entre los objetivos centrales de este nuevo marco normativo destacan la protección al usuario, el combate al juego ilegal y el fortalecimiento de los mecanismos de control fiscal. Se busca también establecer criterios más claros para la expedición de permisos y licencias, así como normas específicas para la operación de plataformas digitales, algo que no contempla la ley actual.
Igualmente, se ha planteado la necesidad de incluir elementos orientados a la prevención de la ludopatía y otras consecuencias sociales del juego no regulado. Esto incluiría campañas de concientización y herramientas de autoexclusión para los usuarios, inspiradas en modelos europeos.
Los avances legislativos aún están en etapa de diálogo, pero se espera que una propuesta formal sea presentada ante el Congreso durante el segundo semestre de 2025. De ser aprobada, marcaría un cambio trascendental en la forma en que el Estado mexicano regula una industria que, bien administrada, puede ser una importante fuente de ingresos fiscales y empleo formal.
